Hace algunos años trabajé en una escuela de idiomas y la responsable por la escuela maltrataba mucho a los empleados y por sentirse superior siempre les decía: Nunca una lagartija llegará a ser un cocodrilo, o sea, que nunca cambiaríamos de categoría, seríamos siempre lo mismo.
Por tener más dinero que los otros y tener un mejor puesto pisaba en todos y usando esta frase hacía mucha gente triste.
Trabajé un tiempo en esta escuela y ella nunca me dijo nada, un día recibí una propuesta para ganar el doble en otra escuela de renombre y comuniqué a todos mi salida, ella ni corta y ni perezosa echando chispas por los ojos me dijo esta frase: Nunca una lagartija llegará a ser un cocodrilo y yo simplemente le eché una sonrisa y salí de la escuela.
Después que salí de esta escuela todo mejoró en mi vida, comenzando por la calidad de vida, más reconocimiento, mejores propuestas, mejores personas y hoy puedo decir que ella me dijo lagartija pero está muy equivocada pues no tiene la idea del tamaño del cocodrilo que hay dentro de mí.
contenido: relatos
foto: google
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