Hay un texto de Carlos Fuentes ( escritor mexicano) que estudié en la universidad y me encantó.
cuenta la historia de un personaje que compró una escultura de Chac Mool y ésta estaba untada con salsa de tomate pero le garantizaron que era verdadera.
Él la llevó a casa y como había problema en la tubería la casa se había inundado y había mojado su estatua y entonces la estatua combiaba su aspecto, parecía cobrar vida y la estatua de verdad cobró vida y era el verdadero Chac Mool.
Chac puso su dueños como esclavo.
“Hoy domingo, aproveché para ir a la Lagunilla. Encontré el Chac Mool en la tienducha que me señaló Pepe. Es una pieza preciosa, de tamaño natural, y aunque el marchante asegura su originalidad, lo dudo. La piedra es corriente, pero ello no aminora la elegancia de la postura o lo macizo del bloque. El desleal vendedor le ha embarrado salsa de tomate en la barriga al ídolo para convencer a los turistas de la sangrienta autenticidad de la escultura.
foto: google
contenido: literatura
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