Leí que en el aeropuerto de Lima ya te dan la hoja de coca al llegar, a mí no me la dieron, pero no sentí nada, respiraba normal.
Leí también es es necesario dormir al llegar en el hotel, pero mi marido estaba impaciente y quería conocer Cusco, desde el hotel salimos a conocer todo, pasé por un mercadillo y compré hojas de coca.
Todavía no había sentido nada hasta que subí la escalera, allá en Cusco hay muchas escaleras en las calles y fue cuando tosía con falta de aire.
La coca parece un milagro, es ponerla en la boca y en segundos pasa. Entonces la coca era una gran amiga para todas las horas.
En el primer día es bueno no abusar, tomé una sopa e intenté tragar un poco de arroz y pechuga de pollo, sentí un ligero mareo y me quedé sólo con la sopa, mi marido comió la comida, no le pasó nada y a mi rápidamente me cortó el mareo.
No necesité tomar medicina, ni comprar oxígeno, sólo la hoja de coca fue suficiente. Y para lugares como la Montaña de Colores usé el agua de florida.
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