Desde muy pequeña quería conocer a la Zona Arqueológica de Teotihuacán, sabía que había pirámides, que eran altas, con piedras, la calzada de los muertos, cactos y mucha historia.
La sensación que tuve cuando llegué allá fue única, todo era muchísimo mejor y más bello que las fotos del libro.
La energía de este lugar es algo inexplicable, llegando había grupos vestidos de blanco para buscar la buena vibra, fueron hasta la cumbre de la Pirámide de la Luna.
Había mucha gente tocando un silbato que hacía el ruido del jaguar y todo parecía real.
La pirámide es altísima, muchísimo más alto que imaginé, logré subir solamente la pirámide del castillo de Quetzalcotl y la mitad de la Pirámide del Sol pero asimismo me sentí realizada.
El lugar más fantástico que he conocido.
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