A veces pensamos que compartir es algo fácil, es dar un poco de algo que tenemos pero no es sólo éso.
Cuándo somo niños compartimos el dulce, la bici y unas chucherías más.
Cuando crecemos aprendemos a compartir nuestro armario de trabajo, donde debemos fiar que nada desaparecerá, o a veces la persona que comparte el armario con nosotros usa todo el espacio y no nos deja nada.
También compartimos la merienda, mismo cuando uno no comparte la suya cuando necesitamos, o campartir ropa, cuando uno nos la pide prestada pero cuando necesitamos éste no comparte la suya, cuando compartimos ideas pero sabemos que muchos no comparten las suyas con miedo que sepamos más o aprendamos algo nuevo.
Lo mismo pasa cuando debemos compartir nuestra casa, nuestra cuenta y nuestra vida pero a veces no recibimos la parte que nos toca de la misma manera.
Las personas individualistas no se portan cuando uno necesita su ayuda o cuando hace algo hace a regañadientes.
Compartir es mucho más que compartir el dulce, compartir un coche en pareja hoy día ha sido motivos de discuciones.
Compartir la tele ha sido la discordia en muchas familias. Compartir y compartir... es algo que debemos aprender a hacerlo la vida toda.
Nenhum comentário:
Postar um comentário