Una vez fui a la Catedral de Aparecida en Brasil y el padre dijo que cuando no despertamos y pedimos la presencia del Espiritu Santo en nuestro día el día se convierte mejor, más puro, más ligero, sentimos una paz dentro, las cosas salen mejor, el corazón se calma, nos llena de esperanza y nos pone mejor, desde este día pido el Espiritu Santo en mi día, realmente siento cambios para mejor, todo eso me pasa, principalmente en día de temores, y cuando me olvido pero estoy entre un problema o un temor pido en la misma hora y recibo la bendición.
Es increíble!!!!!
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